mi casa siempre fue un navío.. con y sin viento en popa.. las velas eran los manteles y los manteles las velas, aprendí del mar que no siempre lo que se va regresa y que si lo sujetas fuertemente se desmorona...
aprendí que la casa de ayer no es la misma que ahora, que la marea nos lleva y siempre habrán islas en donde volver a empezar.
Que los caracoles guardan música y las palmeras secretos... si la mar a veces te da mal de estómago y si tus manteles te deslizan por la mar, ven... somos dos.. y somos más... y estamos navegando...